La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, asistió como invitada al 51.º G7, celebrado en Kananaskis, Canadá, en una estrategia para fortalecer la presencia global de México y fomentar nuevas alianzas.
Durante la cumbre (del 16 al 17 de junio) —a la que México fue invitado por el primer ministro canadiense, Mark Carney—, Sheinbaum sostuvo encuentros clave con líderes internacionales, incluyendo al primer ministro de India, Narendra Modi, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el canciller alemán, Friedrich Merz, entre otros
Con el anfitrión, Carney, destacó oportunidades de inversión y comercio, promoviendo el “Plan México” ante empresarios canadienses interesados en expandirse en territorio mexicano.
Un punto crucial era su primer cara a cara con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Sin embargo, Trump abandonó el G7 anticipadamente por la escalada del conflicto entre Israel e Irán, lo que llevó a que la reunión se transformara en una conversación telefónica “muy buena”, donde abordaron temas como seguridad, migración, tarifas y remesas.
Propuestas y visión internacional
Sheinbaum aprovechó para proponer una “Cumbre por el Bienestar Económico” entre las naciones del G7, con enfoque en desarrollo y comercio justo. Asimismo, planteó un “acuerdo general bilateral” con EEUU que aborde migración, seguridad y comercio, incluyendo el reconocimiento y protección de mexicanos en EE. UU.
A pesar de no lograr la reunión presencial con Trump, la participación de Sheinbaum consolidó vínculos importantes con Canada, la UE, India y Brasil, reforzó la imagen internacional de México y puso sobre la mesa temas estratégicos como tarifas, migración y cooperación económica.
