La empresa estadounidense Colossal Biosciences ha generado controversia al anunciar el nacimiento de tres ejemplares con características del extinto lobo terrible (Aenocyon dirus), una especie que desapareció hace más de 10.000 años. Los cachorros, llamados Rómulo, Remo y Khaleesi, fueron creados mediante técnicas de edición genética a partir de células de lobo gris, incorporando rasgos físicos del lobo terrible como mayor tamaño y pelaje blanco.
Sin embargo, la comunidad científica ha expresado escepticismo respecto a la veracidad de esta «resurrección». Expertos señalan que estos animales no son verdaderos lobos terribles, sino híbridos genéticamente modificados que imitan ciertas características de la especie extinta. Además, critican la falta de transparencia en el proyecto y advierten sobre posibles implicaciones éticas y ambientales, como el bienestar animal y el riesgo de que estas criaturas actúen como especies invasoras.
Aunque Colossal Biosciences presenta este logro como un avance en la desextinción, muchos científicos consideran que se trata más de una estrategia de marketing que de un verdadero hito científico. El debate continúa sobre la viabilidad y las consecuencias de intentar revivir especies extintas mediante la ingeniería genética.
